El fabricante americano de automotriz iba a producir el Ford Focus en la planta de San Luis Potosí. Luego de críticas del presisente Donald Trump, Ford mudo la planta a China.
Las marcas estadounidenses son seguidas con lupa por la administración Trump. Todo lo que tenga que ver con México es susceptible de críticas.
Sin embargo, el cambio realizado por la Ford no es para regresar a casa. Más bien busca abaratar costes. La firma del óvalo ha anunciado que se llevará el Focus, uno de sus vehículos estrella, de la planta de Hermosillo en México hacia China. Aunque algunas variantes se importarán desde Europa, según la empresa.
¿Tendrán las críticas de Drump algo que ver?
Ya Ford dio marcha atrás en enero a otro de sus planes mexicanos, como era la construcción de una factoría en San Luis Potosí. Lo curioso es que durante ese anuncio, Ford aprovechó para anunciar que el Focus se haría en Hermosillo en lugar de EEUU. El fabricante americano acaba de retractarse de esa decisión.
La firma norteamericana señaló que la producción del nuevo Focus comenzará en la segunda mitad de 2019. Su planta Michigan Assembly dejará de fabricar la actual generación del modelo. A mediados del próximo año, se adaptará a la producción del Ford Ranger, desde finales de 2018, y del Bronco, en 2020.
Ford explicó que este cambio representa un ahorro de 1.000 millones de dólares, en comparación con el plan inicial. Joe Hinrichs, presidente de Operaciones Globales de Ford, subrayó que este nuevo proyecto permitirá a la empresa destinar dicho dinero a áreas de crecimiento para la compañía, especialmente en lo que se refiere a todoterrenos, vehículos comerciales, deportivos, movilidad, autónomos y electrificados.
Trump y la planta Ford de Louisville.
El fabricante de automóviles invertirá 900 millones de dólares en su planta de Louisville (Kentucky) para la fabricación de los nuevos Ford Expedition y Lincoln Navigator. Estos modelos se exportarán a más de 55 países en todo el mundo.
Trump presumió de haber salvado la planta en Louisville, Kentucky. En realidad, Ford nunca anunció su cierre o despido alguno, sino que aclaró que su intención era trasladar a México la producción del modelo Lincoln. Así compensaría incrementando la producción en Louisville del modelo Escape, mucho más popular. En el aire estaba la posibilidad de que Trump pudiera aprobar ayudas fiscales o elevar los aranceles comerciales para favorecer este tipo de decisiones.
Ford indicó que esta inversión permitirá el mantenimiento de 1.000 puestos de trabajo en este centro. Además, resaltó que este monto se suma a los 1.300 millones de dólares y los 2.000 empleos creados en dicho centro desde 2015.
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